A TODA MÁQUINA
Como si perdiera el tren.Sensación que experimento todos
Los días, al levantarme.
No existe tren que espere al menos, que este tren esté fuera de servicio, o fuese yo, el propio conductor del tren.
Yo no soy conductor de trenes. No.
Ahora, en estos momentos, no tengo que viajar a ninguna parte; pero todos los momentos los vivo con emoción, como si preparase las maletas para tenerlas siempre dispuestas, por si se ofrece la oportunidad de marchar.
Sí, me gusta viajar y viajo siempre que puedo.
Hago viajes largos, cortos, a lejanos y remotos países; también hago cortos trayectos dentro de mi gran país, que es España. ¡Y qué maravilla!.
Son muchos los lugares que podemos admirar en él y más aún, los rincones acogedores que nos enamoran y en los que me gustaría quedarme.
Es mágico viajar. Sorprendente.
En otra ocasión contaré con qué intensidad vivo todos ellos; pero ahora no tengo que viajar y siento que voy a toda máquina.
Por fin llega la noche y con ella, la hora del olvido, del descanso y reparadora de energía.
Me despido y hasta pronto.